A dos días del Año Nuevo, el enamorado Beto va a Rio de Janeiro tratar de reconquistar Laura y, despreciado, intenta el suicidio. El embustero Marco Polo es quien lo salva de la muerte y, delante de la posibilidad de ganar algún dinero, promete ayudar a su nuevo y excéntrico amigo en la reconciliación con su amada. ¡El farsante, sin embargo, se encanta por Laura y, hum..., irrumpe la relación ajena!

Una especie de historia de amor como en “Romeo y Julieta”. La diferencia aquí es lo que separa a los dos amantes: sus equipos de fútbol. Siendo un fanático del Corinthians, Romeu tiene que fingir que realmente le gusta el Palmeiras, con el fin de ganar el corazón de Julieta.